Receta original enviada por La Guinda del Pastel.
La Guinda del Pastel nos trae una receta de bizcocho muy jugosa y de textura muy suave, muy sencillo de hacer, sin necesidad de batidora ni amasadora, y con cierta semejanza al brownie. Además, puedes elaborarlo con harina de almendras en vez de con harina de trigo, en caso de intolerancia al gluten.
INGREDIENTES
• 250 gr. de chocolate para fundir tipo Callebaut
• 250 gr. de almendra molida o harina de almendra
• 250 gr. de azúcar
• 150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
• 6 huevos medianos
• 4 cucharadas de brandy o coñac
PREPARACIÓN
Colocamos el chocolate Callebaut en un bol y lo fundimos al baño María, para lo cual podemos ayudarnos de un cazo para baño María para poder hacerlo cómodamente y sin complicaciones.
Si no queréis optar por el baño María, también podéis fundirlo en el microondas, pero debéis tener mucho cuidado de hacerlo a baja potencia, y a intervalos para que no se queme el chocolate.
Ponemos el resto de los ingredientes, azúcar, almendra molida, huevos, brandy y la mantequilla, que ha de estar muy blandita, en un bol grande.
Incorporamos el chocolate que previamente habíamos fundido y mezclamos muy bien hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados.
Este paso puede hacerse sin ningún problema con ayuda de una espátula o unas varillas, por lo que es importante que la mantequilla esté blandita, aunque si disponéis de ella, también podéis usar una batidora amasadora tipo Kitchen Aid o la Thermomix.
Una vez estén todos los ingredientes integrados, preparamos un molde redondo desmontable de 20 centímetros, y lo engrasamos bien pulverizando toda su superficie con spray desmoldante para mayor comodidad, o bien si preferís el método tradicional, anunque más engorroso, engrasamos con un poco de mantequilla y harina, y forramos con papel de horno.
Con respecto al molde yo he utilizado un molde desmontable con clip de la marca Masterclass que tiene una gran calidad y ofrece un resultado excepcional.
Alternativamente, y si queréis hacer un bizcocho un poco más pequeño, podéis disponer de un molde desmontable de 18 centímetros para lo cual deberéis utilizar justamente la mitad de ingredientes de la receta.
Precalentamos el horno a 170 grados durante 15 minutos, y horneamos a 170 grados durante unos 40 minutos aproximadamente.
El bizcocho subirá un poco y sabremos que está listo porque se formará una especie de costra en la superficie y se agrietará ligeramente. Como siempre, pinchamos con un palillo en el centro para comprobar.
El bizcocho tiene que estar blandito pero cocido. Es muy importante no pasarse de horneado para que se mantenerga jugoso en su parte central.
Una vez horneado nuestro bizcocho, lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar dentro del propio molde unos 20 minutos, tras lo cual desmoldamos con cuidado y ya lo tenemos listo.
El bizcocho puede comerse así tal cual, está delicioso, pero si queréis añadirle un plus, podéis hacer una cobertura de chocolate, una ganaché, decorar con nata montada o incluso acompañarlo de una bola de helado de vuestro sabor favorito, ¡la elección es vuestra!
Y para los que seais más de hacer cupcakes… ¡¡buenas noticias!! Podéis adaptar vuestra receta, para lo cual tan sólo tenemos que utilizar la mitad de los ingredientes y os saldrán unos 12 cupcakes, la cantidad justa para una bandeja.
El proceso de elaboración es exactamente el mismo que el del bizcocho.
Simplemente tenemos que rellenar nuestras cápsulas de cupcakes, casi hasta arriba del todo, ya que este tipo de bizcocho no sube mucho, para lo cual podéis ayudaros de un racionador de bolas de helado.
Horneamos a 150 – 160ºC durante 17-20 minutos. Al sacarlas aún estarán un poco blanditas, por lo que las dejaremos enfriar, y quedarán con el interior perfecto.