INGREDIENTES

• 225 gr. de harina
• 2 cucharaditas de levadura en polvo
• 1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 2 cucharaditas de mezcla de especias, o de speculoos
• 2 huevos L
• 200 gr. de azúcar moreno suave
• 300 gr. de puré de calabaza
• 1 cucharadita de vainilla pura en pasta
• 120 ml de leche evaporada

Para la crema de queso (optativa):

• 125 gr. de mantequilla sin sal muy blanda
• 150 gr icing sugar o azúcar glas
• 200 gr. de queso Philadelphia no light

PREPARACIÓN

En primer lugar, comenzaremos por la mezcla de especias, que será la encargada de darle el toque especial a la elaboración y aportará un sabor y aroma incomparables.

Podemos optar por utilizarla ya preparada, con lo cual ahorraremos tiempo y esfuerzo, o prepararla nosotros mismos.

Si decidimos ahorrarnos tiempo y utilizarla ya preparada, podemos recurrir a un preparado como éste preparado de speculoos de la marca funcakes, que viene a sustituir a la mezcla de especias pues posee, entre otras especias canela, clavo, cilantro, cardamomo,…

En caso de optar por realizar la mezcla por nosotros mismos, éstas son las especias que vamos a necesitar para la mezcla, que podréis encontrar en tiendas de especias a granel o herboristerías (si has optado por el preparado, sáltate éste paso):

• 2 cucharaditas de canela en polvo
• 1 cucharadita de nuez moscada en polvo
• 1 cucharadita de jengibre en polvo
• 1 cucharadita de pimienta de Jamaica molida
• ½ cucharadita de clavo en polvo

Si lo deseamos, podemos preparar la mezcla con antelación, y en la cantidad que queramos, respetando siempre las proporciones indicadas de cada uno de los ingredientes, y teniendo en cuenta que la receta tan sólo necesita de 2 cucharaditas de la mezcla.

Reservamos la mezcla de especias, y procedemos a pelar y cortar la calabaza en trozos, y retirar las semillas (si ya podemos encontrar la calabaza cortada, pues podemos saltarnos éste paso).

Llevamos a un recipiente apto para microondas, y cocemos la calabaza, durante 10 minutos aproximadamente, a la máxima potencia. No es necesario añadir agua ni condimento alguno.

Notaremos que la calabaza está hecha cuando podamos aplastarla con un tenedor y se deshaga, puede que tarde un poco más de tiempo dependiendo del tipo de calabaza.

Procedemos a hacer el puré de calabaza, para lo cual aplastamos la calabaza con un tenedor, o por medio de batidora si lo deseamos. En función del tipo de calabaza, nos podrá quedar un puré muy líquido, o bien más sólido. Si es muy líquido, debemos retirar el exceso pasando por colador, y es una pasta muy muy densa, debemos añadir un poco más de leche evaporada a la receta.

Precalentamos nuestro horno a 170º, con calor arriba y abajo, y preparamos nuestras cápsulas de cupcakes en su respectiva bandeja para hornear cupcakes.

Mezclamos la harina con la levadura, el bicarbonato sódico, la mezcla de especias (hecha por nosotros o la del preparado de speculoos), y la cucharadita adicional de canela en polvo.

Tamizamos bien todos los ingredientes juntos, y reservamos en un bol grande.

Derretimos la mantequilla al microondas, dejamos enfriar y reservamos.

En otro bol, batimos ligeramente los huevos, y añadimos el resto de ingredientes: azúcar moreno puré de calabaza, una cucharadita de extracto de vainilla, la mantequilla derretida y la leche evaporada, y mezclamos bien hasta integrar.

Añadir poco a poco esta mezcla al bol de la harina y demás ingredientes secos e integrar.

Rellenamos nuestras cápsulas para cupcakes sirviéndonos de un racionador de helados, y horneamos durante unos 25 minutos aproximadamente, en la bandeja central del horno, hasta que los cupcakes suban y tengan la superficie dorada.

Sacamos del horno, dejamos enfriar en rejilla enfriadora , y ¡¡listos para comer!!

En caso de que queráis decorarlos, podéis utilizar una crema de queso, que le va fenomenal, y también se puede colorear y aromatizar igual que la buttercream.

Tan sólo necesitamos mantequilla, icing sugar o azúcar glas extra fino, y queso tipo Philadelphia.

Si queremos saborizarla, podemos optar por aromas y extractos o pastas naturales, así como colorantes alimentarios en caso de que queramos darle color.

Batimos con la batidora de varillas la mantequilla y el icing sugar, hasta que quede una mezcla cremosa y blanquecina, para a continuación añadir el queso y seguimos batiendo.

Para colorear la crema, tan sólo es necesario añadir una pequeña cantidad de colorante alimentario en pasta o en gel, que son super concentrados y tiñen muy bien. Ojo, los colorantes líquidos que venden en supermercados no sirven, puesto que al ser líquidos estropean la consistencia de las masas y las cremas, además de aportar muy poco color.

Aplicamos el colorante, y removemos en nuestra crema hasta obtener la intensidad de color buscada.

Para aromatizar la crema, yo he optado por añadir unas gotas de esencia de naranja, pero la verdad que tenéis un montón de opciones en saborizantes, al gusto de cada uno.

Por último, llevamos la crema de queso a manga pastelera, y decoramos con una boquilla de estrella cerrada 2D para obtener unas decoraciones como las de la siguiente imagen.

Si os gustan las calabacitas de la imagen, están hechas en fondant otra alternativa sencilla para poder personalizar y decorar vuestras elaboraciones como más os guste.